Por: Eduardo Tito Gómez Cerón -Doctor Jekyll-*
¿Sientes que el mundo va muy
rápido y que las cosas no tienen mucho sentido? A mí también me pasa. Por eso,
me gusta volver a leer a Gramsci, ese pensador y periodista italiano, chiquito
y gordito, que estuvo preso por luchar contra el fascismo. Sorprendentemente,
hoy su obra es como un mapa para entender lo que pasa a nuestro alrededor y
para encontrar caminos de esperanza, incluso cuando la niebla parece espesa.
Antonio Gramsci hoy tiene más vigencia que las tres comidas diarias.
Sorprendentemente, hoy su obra es como un mapa para entender lo que pasa a nuestro alrededor y para encontrar caminos de esperanza, incluso cuando la niebla parece espesa. Antonio Gramsci hoy tiene más vigencia que las tres comidas diarias.
La verdad, Gramsci nos dejó
muchas ideas valiosas, como la de "hegemonía". ¿Alguna vez has notado
cómo algunas personas o grupos parecen tener siempre la razón, como si tuvieran
un megáfono invisible, sin explicar nada, pero generando ventajas para ellos
mismos? Bueno, eso es, palabras más, palabras menos, la hegemonía. Es cuando
los poderosos logran que pensemos como ellos, no solo a la fuerza, sino también
a través de lo que vemos en la tele, en las redes sociales, en la escuela, en
las conversaciones de pasillo. Es un poder sutil, pero muy real. Generan un
supuesto “Sentido Común”.
Pero no todo está perdido.
Gramsci también nos habló de la "contrahegemonía", que es cuando nos
organizamos para pensar diferente, para construir nuestras propias ideas y para
luchar por un mundo más justo, para asumirnos desde un pensamiento crítico. Y
aquí es donde la comunicación se vuelve clave, como el agua para una planta.
Necesitamos crear nuestros propios espacios para compartir información, para
debatir, para construir nuestras narrativas, nuestras propias versiones de la
realidad.
En Colombia, por ejemplo, hay
muchos grupos de personas que usan la radio comunitaria, medios alternativos o
periódicos barriales para contar sus historias y para defender sus derechos.
Son voces que resisten, que se organizan, que luchan por ser escuchadas, por
hacerse visibles. Y no solo eso, también necesitamos crear espacios donde las llamadas
“minorías”, las poblaciones indígenas, afrodescendientes, ROM y poblaciones
vulnerables, puedan expresar sus voces, contar sus historias, compartir sus
saberes ancestrales y sus luchas cotidianas. Porque la diversidad es nuestra
mayor riqueza.
Y hablando de derechos, no
podemos olvidar a las mujeres y a las personas LGBTI. Como dice Rita Segato, la
violencia que sufren no es algo aislado, sino parte de un sistema que busca
mantener el poder en manos de unos pocos, un sistema que se alimenta del miedo
y la exclusión Por eso, la lucha contra la hegemonía es una lucha por la
igualdad, pero también es una lucha feminista y en favor de la comunidad
LGBTIQ+, una lucha, por el respeto a la diferencia.
Ahora, sé que a veces parece que
el mundo se cae a pedazos, que nuevamente estamos rodeados de godos y fachas,
que las noticias nos abruman y nos quitan la esperanza, Gramsci nos recuerda
que en los momentos de crisis también hay oportunidades para construir algo
nuevo, para reinventarnos, para imaginar futuros diferentes. Como decía Orlando
Fals Borda, necesitamos unirnos, organizarnos y luchar juntos por nuestros sueños,
por esos sueños que nos hacen vibrar el corazón.
Y para eso, necesitamos
intelectuales que estén comprometidos con el pueblo, que sepan escuchar, que
sepan acompañar, que nos ayuden a pensar y a actuar, que nos ayuden a tejer
redes de solidaridad y resistencia. Como dice Néstor Kohan, no se trata de genios
encerrados en una torre de marfil, sino de personas que se ensucian las manos
para transformar la realidad, que se comprometen con las luchas de su tiempo.
Así que ya sabes, la próxima vez
que te sientas perdido, recuerda a Gramsci. Sus ideas son como un faro que nos
guía en la oscuridad, como un compañero de camino que nos anima a seguir
luchando por un mundo mejor, un mundo donde quepamos todos y todas. Y recuerda,
la comunicación es nuestra herramienta más poderosa para construir ese mundo,
para conectar voces, para tejer resistencias, para sembrar esperanza.
*Mamador
de gallo y comentarista de lo que usualmente todos comentan. @TitoGomezCo,
especial para LaChispa.Info y Prensa en Movimiento.